Hace unos meses me propusieron hacer la tarta de comunión para un niño muy especial llamado Cristian, y las únicas premisas era que estuviese rica y fuese en blanco, azul y un toque gris, ya que el niño iba vestido de marinero en blanco y gris.
Pero la cosa se fue liando y al final hicimos una mesa dulce, sencilla como podéis ver, pero que no le falta detalle.