miércoles, 3 de agosto de 2016

Mermelada de Albaricoque



Hoy paso por el blog para enseñaros la receta de la que para mi, es la mermelada perfecta, la mejor mermelada del mundo mundial, la mermelada de albaricoque.






Hace unos años mi tía Vicen me dio un par de tarros de mermelada casera de albaricoques, de primeras fui un poco reticente, ya que los albaricoques nunca han sido mi fuerte, me guío mucho por las texturas de los alimentos, y esta no me gusta especialmente. 

Pero decidí que tenía que darle una oportunidad ya que me dijo que estaba buenísima! Y así fue, cuando la probé, quede maravillada, jamas había probado una mermelada tan buena, con el toque justo de dulzor y una textura perfecta.




El verano me decidí, y prepare mi propia mermelada casera, pero no tuve tiempo de fotografiarla y subir la receta al blog así que de este verano no podía pasar.

Hacer menos de un mes, mi primo Vicente me trajo una caja de fruta grande llena de esta fruta, no sabría decir los quilos que pesaba, pero he de deciros que me salieron mas de 40 tarros de mermelada, me pase una semana entera liada en la cocina haciéndola, pero estoy segura de que ha merecido la pena.




Ya estoy pensando en usarla en infinidad de postres, y por su puesto, como mas la uso, sobre una buena rebanada de pan untada en mantequilla o margarina para los mas light.

También regalare mas de un tarro, de hecho dos de ellos ya están camino de Madrid.

Sin mas, os dejo con la receta.


RECETA Mermelada de Albaricoque





Preparación:

- Lavamos y deshuesamos los albaricoques, una vez terminado este proceso deben de pesar 1 kilogramo.

- Ponemos en un cazo los albaricoques y el azúcar y llevamos a ebullición sin parar de remover. La preparación debe hervir unos 30 minutos.

- Apartamos del fuego y dejamos enfriar. (Si queda algún albaricoque entero y no os gusta muy liquida, con un tenedor machacarlo, si por el contrario os gusta muy triturada, triturarlo con la batidora).

- Una vez frío, llenamos nuestros tarros y los cerramos muy bien con la ayuda de un trapo.

- Ponemos los tarros en una olla y la llenamos de agua hasta que los cubra por completo, llevamos a ebullición durante 20 minutos, y así conseguiremos el vacío en los tarros, para una mejor conservación.

- Por último, una vez frío limpiamos bien los tarros y los guardamos en un sitio fresco y seco.






Nos vemos en la próxima receta!

Un beso!




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